Buscando una solución científica que permita que éstos síntomas terminen, o al menos que disminuyan en intensidad o frecuencia, mediante el uso de medicamentos y diferentes tratamientos. Pero, las enfermedades más allá de expresarse con dolencias o signos clínicos, siempre tienen un origen y una explicación, y a través de la medicina funcional es posible identificar su raíz, no solo para conseguir una remisión de los síntomas, sino para corregir desequilibrios y entregar bienestar al paciente, empoderándolo de su salud a través de la intervención en sus hábitos de vida.
El cuerpo constantemente muestra lo que el organismo necesita.
Lo que se hace, lo que se consume, lo que se usa… Todo esto tiene una respuesta en el cuerpo, ya sea con cambios físicos o internos.
Muchas veces no es fácil reconocer las señales que el cuerpo manifiesta, o no es claro entender cómo cambiar ciertos hábitos y cambiarlos por unos que le permitan al organismo funcionar como debería, pero todo esto comienza cuando la enfermedad se hace presente y cuando la salud se ve afectada. ¿Por qué no comenzar con la solución antes de tener el problema?
La medicina funcional se centra en el paciente y sus hábitos, su entorno, sus gustos y todo lo que está alrededor. No enfocándose solamente en la enfermedad, sino en la persona.
La mayoría de enfermedades, molestias o síntomas que se presentan, ocurren por , inadecuada alimentación e hidratación, mala higiene de sueño, falta de actividad física, estrés, exceso de toxicidad, entre otros. En este enfoque médico se evalúan todos estos aspectos para encontrar la raíz de la enfermedad, entender el desequilibrio y cuál es el plan de tratamiento específico para comenzar a sanar, de manera natural y consciente.
Actualmente hay cada vez más pacientes con enfermedades crónicas complejas, incluso en jóvenes, ya que el estilo de vida que se ha adoptado en muchos de ellos no es el más sano.
La medicina tradicional ha tratado con medicamentos y terapias muchos tipos de enfermedades, pero la medicina funcional cambia este enfoque para darle prioridad a la salud y la vitalidad, no al malestar que existe en el cuerpo. Darle al paciente la prioridad es primordial, escucharlo y entablar una relación médico/paciente que permita obtener un resultado para encontrar el origen de su dolencia y tratarlo con métodos completamente diferentes a los que se está acostumbrado, proporcionando no sólo una solución, sino un cambio en la vida de esa persona.
Al hacer un cambio en los diferentes aspectos de la vida del paciente, también se busca evitar que otras enfermedades aparezcan en el futuro, viendo la salud como un sinónimo de vitalidad y no solo pensando en la ausencia de esa enfermedad.
Este enfoque médico no solo evalúa las posibles causas de una enfermedad, también trata todos aquellos factores que pueden provocar otros síntomas que afecten la salud.
La Dra. Diana Maria Cuenca está lista para ayudarte a que recuperes el equilibrio perdido. Agenda tu cita y comienza un camino que está pensado para mejorar tu calidad de vida.
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